22 de diciembre de 2017

De la tina a la ducha: bañando a tus hijos

Una de las primeras preocupaciones de una madre es el 1er baño de nuestros bebés. ¿Cómo lo baño? ¿En qué lo baño? ¿El agua estará muy fría? Poco a poco vamos aprendiendo y luego nos volvemos expertas. 

Cuando nuestros hijos son bebés los bañamos en tina. Es fácil. Juegan. Les encanta. Están contenidos. Pero cuando se acercan al primer año de edad, se empiezan a parar. Ya no quieren estar sentados, ya se empiezan a poner muy grandes para esa tina o batea que usamos. ¿Qué hacer?


Los meses en los que me daba un poco de miedo porque no eran suficientemente estables como para estar parados fueron los peores. Tenía miedo que se resbalen. Querían estar entrando y saliendo de la batea mil veces. Terminaba yo más mojada que ellos. 

Yo en este sentido siempre he sido bien práctica. Por eso, poco después de que aprendían a pararse, les quité la batea y los empecé a duchar. ¿Cómo hacer esta transición?
    • Lo primero fue comprar esos pisos de jebe para la ducha. Hay unos que son rectángulos completos, otros que son piezitas que se van armando en el suelo. Pero lo importante es que el suelo no sea resbaloso, para evitar que se caigan y se golpeen. 
    • Después, tener una buena cantidad de juguetes. Algo que los mantenga entretenidos y sentados. Hay libros de plástico rellenos de espuma que son para el agua (los suaves para bebés). Esponjas o trapitos con forma de animales para que se puedan bañar, y se pueden usar como títeres (los títeres son una maravilla, ahorita les cuento). Otra cosa es jabones de colores o crayolas hechas de jabón para que se entretengan pintando
    • Los títeres son realmente poderosos. Mi hijo no quería jabonarse o enjuagarse si yo se lo decía, pero si se lo decía Monkey, aceptaba feliz. 
    • Para los niños que no les gusta que les enjuaguen la cabeza o meterse debajo de la ducha, hay gorritos con visera. 
    • Una jarrita o vaso grande para enjuagarlos es básica.
    Una vez que ya tienes todo esto, los metes a la ducha. Hay que pedirles que se sienten. Va a ser algo nuevo y muchos pueden gatear por toda la superficie, por eso es importante que no sea resbalosa. 



    A muchos niños no les gusta la sensación del agua cuando sale con fuerza de la ducha. Es raro, y hay duchas que tienen un chorro muy fuerte. Si no le puedes cambiar la cabeza a la ducha, apúntala hacia otro lado y solo les va a salpicar un poco. Poco a poco ellos irán entrando, no los obligues. Que vayan jugando en el suelo mientras tú los jabonas y los vas enjuagando con la jarrita. 

    La idea de todo esto es que se acostumbren a que no hay tina. Ellos irán acercándose al chorro de agua, y poco a poco se irán parando y se irán colocando debajo. Es mucho más práctico, y la transición se hace poco a poco. 

    ¡Espero que estos consejitos les sirvan!

    1 comentario:

    1. uno como madre o padre siempre vela por el bienestar de sus hijos y mas aun cuando están pequeños, mis colegas de Chemin de L'Inca comparten esta misma idea, cada madre o padre debe estar al servicio de sus hijos y mas aun cuando estan en una etapa donde los necesitan mas que nunca

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