23 de agosto de 2016

5 aprendizajes de Carlos Gonzáles

Ayer fui al evento de La Liga de la Leche en donde Carlos Gonzáles, el famoso pediatra, nos habló de las necesidades afectivas del niño. Personalmente, fue una charla que en varios momentos me llenó los ojos de lágrimas. Estamos pasando por un momento tenso en mi pequeña familia, con los celos del Ratón al Cuy, el ratón pasando por ser un threenager, yo como mamá sintiendo que nunca tengo las estrategias correctas y que me equivoco en cada esquina, y en general, dándome cuenta de que nunca terminas de ser una mamá primeriza
En fin, no les puedo hablar de toooodo lo que habló porque me iría por las ramas y no acabaríamos nunca, PERO, sí les puedo resumir 5 cosas que resonaron conmigo (y que creo que a ustedes también les va a interesar).

Las 6 cosas peligrosas que deberías dejar que tus hijos hagan

La vida de los niños de hoy, no es como fue la mía. A mí tampoco me dejaban salir a la calle a jugar, pero por ejemplo no íbamos con cinturón de seguridad en el carro. Tomábamos gaseosa. En los veranos que alquilábamos casa en San Bartolo, podíamos pasearnos todo el día libres por lo malecones y la playa. Solo tenía 1 amiga que tenía una nana, y eso era porque su mamá trabajaba viajando y muchas veces no estaba en la casa. Los juegos de los parques eran de madera, de metal - en verano te quemaban, y fijo tenías que tener cuidado de alguna parte pelada, oxidada o rota para que no te vayas a cortar. ¿Alguna se siente identificada?

Pero hoy ya no es así. Los padres (me incluyo) somos mucho más cuidadosos con todo. Cinturones de seguridad. Los niños siempre están con su mamá o la abuela o una nana. Revisamos las etiquetas de la comida para ver si es sano. Clases de fútbol y tardes en La Placita o Small Place para ir a jugar en un espacio seguro. Fijo tienes el teléfono de tu pediatra en el cel para hacerle preguntas por el whatsapp

17 de agosto de 2016

Testimonial: ¡Me salvé de la mastitis!

Estaba un sábado de salida con mis hijos. Me sentía bien. El Cuy tiene preferencia por el lado derecho, así que ese día solo le había dado de tomar de ese lado porque el otro no lo quería aceptar. Pensé "no importa, cuando llegue a la casa me saco con el extractor y listo". 

Derrepente, me sentí mareada. Bien mareada. De un segundo al otro. Tuve que pestañear porque no entendí qué me había pasado. Fue como si alguien me hubiera intoxicado y yo ni cuenta. Me empezó a doler todo el cuerpo como cuando estás con gripe y a darme escalofríos, y me empecé a sentir realmente mal. Preocupada pensaba "¿¿qué me pasa??". No podía ser gripe porque fue demasiado repentino, y todo los síntomas me recordaban a mastitis - pero no, no sentía ductos atracados y chequié en un espejo y no tenía zonas rojas, entonces no podía ser... ¿o sí? Tal vez podía ser por ese lado izquierdo que no había vaciado ese día. 

16 de agosto de 2016

Dar de lactar después de una cesárea

El Ratón lactando con el football hold
Yo quería tener un parto natural. Tengo caderas anchas. Mi embarazo fue muy bueno en términos médicos. Es más, hasta me había convencido de que quería que fuera realmente natural, nada de drogas (¡ja! ilusa mamá primeriza).

Al final, después de dilatar hasta 6 y que una enfermera me karmeara horrible, no pude más y pedí la epidural. Oh por Dios, el inventor de esa droga es un genio. La mala noticia, es que el efecto secundario es que dejas de dilatar. Y después de varias horas y muchas complicaciones, mi parto terminó convirtiéndose en una cesárea no deseada.

9 de agosto de 2016

El Colecho ¿sí o no?

Cuando le comento a alguna amiga o familiar que hago colecho, generalmente me miran raro. Generalmente la primera pregunta es "¿Que es eso?", seguido de un "¿pero lo dejas dormir contigo? ¿y si se acostumbra? ¿cuándo lo vas a sacar de tu cama?"

El colecho, es la práctica de dormir junto con los hijos. No es para todo el mundo. Yo jamás me imaginé que iba a terminar siendo una mamá que colechaba. Es más, en mis años de maestra, cuando me enteraba que alguno de mis alumnos todavía dormía con sus papás, pensaba "ya se fregaron, nunca va a aprender a dormir solo"

8 de agosto de 2016

Testimonial: Me comí mi placenta

"Jenny, ¡eres una freak!", me dijo una amiga cuando le conté. Pero aguanta, no soy una freak. De tenerle asco a la idea, a literalmente ingerir mi placenta, he pasado por todo un proceso.

Wacala!" pensé la primera vez que lo leí. Aparte que el artículo tenía una foto bien gráfica de una placenta fresquita (ajjj, piel de gallina) en un tazón de plata. Pero sí me dio curiosidad. La maternidad y sobre todo, la lactancia, pusieron mi mundo de cabeza y me enseñaron que nunca diga nunca, y que en verdad hay varias perspectivas para todo.

Pero empecemos por lo básico. ¿Cómo me comí mi placenta? 

3 de agosto de 2016

Las primeras comidas del bebé - Parte II

En el post anterior hablamos de los utensilios que debes tener para empezar las primeras comidas del bebé, los tips que debes tener en cuenta y los alimentos que debes evitar durante el primer año (lo pueden leer aquí). Ahora, nos centramos en esas preguntas que muchas veces o estamos seguras de cómo responder.

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