Ya se viene el Día del Niño. Están saliendo actividades maravillosas para los chicos. Ofertas de juguetes. Play-dates. Todo lo que te puedas imaginar. Y los chicos lo pasan mostro, ¿no?
Aunque me muera de ganas de ir a todos esos eventos porque sé que mis hijos se divertirían como chanchos, no voy a ir. No me gusta el Día del Niño. Y no quiero acostumbrar a mis hijos a celebrarlo, o a crearles una expectativa de que hay que hacer algo divertido o especial.
Pero, ¿por qué? ¿Jennyrella, por qué eres tan malagracia?
El-Día-del-Niño-no-se-celebra (es como el Día de la Mujer, pero eso es otro post). Si vamos a la página oficial de la Organización de las Naciones Unidas, que es la entidad que lo promulgó, podemos leer:
El objetivo del Día es promover el bienestar de la infancia, establecido en esas leyes internacionales que, como la Declaración Universal señala: "El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental será el interés superior del niño".
El día del niño se creó para proteger a todos esos niños que sufren de abuso. Que trabajan en fábricas. Que no tienen acceso a la educación. Que no tienen voz. Que son maltratados física y psicológicamente, sean de estrato socio-económico o espacio geográfico que sea. Que no gozan de los servicios básicos que muchos damos por sentado. Que no viven en condiciones dignas. Para recordar todos los días que debemos proteger la infancia. Que los niños son nuestro futuro. Que todos, del color y tamaño y edad que sean, deben ser amados. Que hay gente mala que no le interesa. Que la ignorancia nos juega en contra para poder protegerlos.
No soy ni mala ni dramática. Mis hijos van a miles de santos al año. Reciben cosas nuevas SIEMPRE. Salimos a hacer actividades lindas todos los fines de semana. Osea, viéndolo por ese lado, para ellos el Día del Niño, como lo celebra la mayoría, es más o menos 300 días al año. Son cuidados, adorados, piropeados... you name it.
Pero no quiero que crezcan con esa idea de que el Día del Niño es para celebrarlo como un cumpleaños. Que van a recibir un regalo o una sorpresa (o que lo tienen que pedir, como he visto a muchos niños hacer). Quiero que se den cuenta para qué es el Día del Niño. Que tienen una suerte TREMENDA, un privilegio que la mayoría de niños del mundo no tiene. Y que ese privilegio va acompañado de una responsabilidad. Porque fácil mañana no vamos a tener tanta suerte.
Si vamos a hacer algo, debería salir ese día a ayudar de alguna manera. Quiero pensar qué hacer con ellos pero sí me gustaría que hagan algo significativo todos los años. El Ratón siempre quiere regalar parte de sus juguetes y su ropa y compartirlo con otro niños que no tienen. Es un comienzo. Y la idea es que no sea 1 vez al año, sino que siempre busquemos ayudar de alguna manera. Que pase tiempo con otros niños y vea que el mundo es muy grande y diferente y no crezca en una burbuja.
Así que ese es mi rollo. Y sí me pone de malas ver todas las celebraciones. Si otra gente quiere celebrar, bacán... pero no es mi nota. Eso sí, si se meten con el Día la Madre, ¡me molesto! 😝
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