Parte del problema de los mocos es que son pegajosos. Esto hace que los bebés se atoren, y que tengan una coronita de moquitos siempre acumulados en las fosas nasales que hay que estar limpiando a cada rato. Y si se secan ni hablar, ¿no? Hay que estar frotando con algún pañito húmedo y a veces hasta se irrita la piel.
Para eso, 2 armas infalibles:
Saline drops:
o gotitas de solución salina o suero fisiológico. Hay un montón de
marcas: Rhino-BB, Rino-Kids que tiene un aplicador súper útil, etc. Es
más cómodo para ellos si las calientas un poquito en baño María para que
estén tibias cuando entren a la nariz. Lo que yo suelo hace es primero
echarle las gotas para soltar los mocos, luego uso el Nose-Frieda, y
luego de unos 5 minutos repito el proceso.
Boogie-wipes: son unos pañitos húmedos, pero la diferencia es que están
humedecidos con una solución salina que derrite los mocos cuando le
limpias la nariz a tus hijos. ¡Nada de estar raspándoles la nariz! Son
recontra suavecitos y vienen con olor a uva, limón o neutral. Estos me los trajeron de USA; si tienes a alguien
que vaya, REALMENTE valen la pena.
Recuerda:
cada niño es diferente. Antes de comprar o utilizar cualquier producto
relacionado a su salud, consulta con tu pediatra. Estas son
recomendaciones basadas en experiencia, no una guía médica.
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