Les cuento esto porque me pasó hace un par de meses. En esta época la mayoría tenemos termómetro digital, pero nunca está de más saber qué hacer en el caso de que tengamos uno de los antiguos, y se rompa.
Hace un tiempo el Ratón estaba con fiebre. Le puse el termómetro debajo del brazo, y lo dejé sentadito encima de su camarote mientras me esperaba. Fui al baño a traer el jarabe, y cuando me di la vuelta él estaba parado detrás mío. "Te dije que me esperes en la cama". Saqué el termómetro de debajo de su axila... y le faltaba la cabeza.